Las partes de un
grifo de ducha

Un grifo de ducha está compuesto por diversos elementos que trabajan en conjunto para ofrecer suministro de agua caliente y fría. Aunque el diseño puede variar dependiendo del modelo, las partes básicas incluyen:

  • Maneta o mando: Es la parte visible que permite al usuario controlar el flujo y la temperatura del agua. Puede ser monomando, para ajustes sencillos, o bimando, con controles separados para agua caliente y fría.
  • Cartucho o mecanismo interno: Regula la mezcla de agua caliente y fría, así como la presión. Es una de las partes más importantes, ya que su correcto funcionamiento garantiza una experiencia agradable en la ducha.
  • Juntas y sellos: Son componentes pequeños pero esenciales que evitan fugas en las conexiones. Su desgaste es común con el tiempo, por lo que deben revisarse periódicamente.
  • Cuerpo del grifo: Es la estructura principal que conecta todas las partes. Puede estar fabricado en materiales como latón cromado o acero inoxidable, resistentes a la corrosión y con una larga vida útil.
  • Difusor o salida de agua: Es la parte por donde el agua finalmente se libera hacia la ducha. Algunos modelos cuentan con sistemas antical para evitar obstrucciones y mantener un flujo constante.

Partes del grifo de la ducha que suelen estropearse

Aunque son muy robustos, algunas partes del grifo de ducha son más propensas a sufrir desgastes o daños debido al uso frecuente y la exposición constante al agua.

El cartucho es una de las piezas que más se desgasta con el tiempo. Si notas que la temperatura no se regula correctamente o que el flujo de agua es inconsistente, podría ser necesario reemplazar esta pieza.

Las juntas y sellos también son vulnerables. Su función principal es prevenir fugas, pero con el tiempo pueden deteriorarse debido a la acumulación de cal o el uso constante. Por suerte, su reemplazo es sencillo y económico.

El difusor, especialmente en zonas con agua, puede obstruirse por la acumulación de minerales. Limpiarlo regularmente con productos antical ayuda a evitar este problema.

Además, la maneta puede aflojarse o incluso romperse con el tiempo, especialmente si se utiliza de forma brusca. Reemplazarla no suele ser complicado, pero es importante elegir una compatible con el modelo del grifo.

¿Es mejor cambiar el grifo de la ducha o solo sus partes?

La respuesta a esta pregunta depende del tipo y la gravedad del problema. Si el daño está limitado a una parte específica, como el cartucho o las juntas, reemplazar solo esa pieza es una solución más económica y sostenible.

La mayoría de los fabricantes ofrecen repuestos para sus modelos, lo que facilita este tipo de reparaciones.

Sin embargo, si el grifo presenta problemas más graves, como corrosión en el cuerpo principal o daños en varias partes a la vez, podría ser más conveniente reemplazar todo el sistema.

Además, cambiar el grifo completo permite optar por un modelo más eficiente y moderno, con características como control táctil o sistemas termostáticos avanzados.

Es recomendable acudir a un fontanero cuando se va a realizar un cambio de componente que requiera de cierto conocimiento sobre el funcionamiento. Esto evitará posibles problemas en un futuro y una instalación profesional.

Conclusión

Conocer las partes de un grifo de ducha no solo ayuda a solucionar problemas comunes, sino también a tomar decisiones informadas sobre su mantenimiento o posible reemplazo. Ya sea reparando componentes específicos o instalando un nuevo grifo.

En caso de instalaciones muy complicadas, lo más recomendable es contactar con un servicio de fontanería profesional, así nos aseguraremos de que nuestro grifo quede instalado a la perfección, evitando futuras averías.

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