Los calentadores eléctricos, también conocidos como termos eléctricos, se presentan como una solución práctica para disfrutar de agua caliente a nuestro antojo. Sin embargo, de no prestarles la atención debida, pueden convertirse en un obstáculo para nuestro bolsillo y el medio ambiente. Conocer sus pros y contras, así como algunos trucos para optimizar su uso, puede marcar la diferencia. ¡Te lo contamos todo!
Los calentadores o termos eléctricos funcionan con una sonda inteligente que monitoriza la temperatura del agua. Cuando esta baja unos pocos grados, la sonda activa el calentador, garantizando un suministro constante de agua caliente. Si bien este sistema puede parecer un "descontrol" energético, en realidad ofrece una ventaja clave: disponibilidad inmediata y constante de agua caliente, a diferencia de los calentadores de gas que requieren tiempo de calentamiento.
No obstante, como todo en la vida, la comodidad tiene un precio. Los termos eléctricos son más costosos que otros sistemas. Sin embargo, se posicionan como una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Seguro que has oído lo de que encender y apagar un calentador eléctrico consume más energía. Pues bien, los expertos afirman que se trata de un mito, ya que apagar y encender un termo eléctrico no consume más energía que mantenerlo funcionando continuamente. De hecho, el consumo continuo puede aumentar el gasto energético en más del 50%.
¿Por qué? La clave está en el tiempo de calentamiento y el aislamiento del termo. Calentar el agua lleva tiempo, pero una vez caliente, el termo la mantiene a una temperatura constante gracias a su aislamiento.
Luego está la cuestión de la potencia contratada. Instalar un termo eléctrico implica una potencia contratada mínima de 6 kW, que puede aumentar hasta 10 kW. Este factor también impacta en la factura de la luz.
- Programación inteligente: Configura el termo para que funcione solo cuando lo necesitas.
- Aislamiento: Refuerza el aislamiento del termo para minimizar la pérdida de calor.
- Termostato: Ajusta la temperatura del termo a tus necesidades.
- Consumo responsable: Reduce el tiempo de las duchas y cierra el grifo mientras te lavas los dientes o te afeitas.
En resumen: Apagar y encender el termo eléctrico no solo es un mito, sino que puede ayudarte a ahorrar energía. Aprovechando el calor residual y programando el termo de forma inteligente, puedes reducir significativamente tu consumo eléctrico y tu factura de la luz. Y recuerda que si tienes problemas con tu calentador, podemos ayudarte con nuestro servicio de reparación de termo eléctrico.
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